La vista en las manos.
En una nueva sesión improvizada de ojO con más cuidado en documentar que en demostrar calidad, se recurre a la cinta como formato de grabación. En estas nuevas grabaciones de ojO –muy tardías considerando que la última grabación data del 2006– nos encontramos con una banda amplia de 9 integrantes, más por presencia que por sus facultades musicales, los invitados –a tomar once, como no– terminan tocando, dando ideas y liderando la improvizaciones.
La grabación fue ralizada en un deck stereo con dos micrófonos ambientales, al aire libre. Esto integró al barrio de manera involuntaria y generó el campo conceptual del disco: Jornadas de Recreación Comunal, una tarde de verano junto a la piscina al calor de Estación Central.
Dentro de este contexto se realizó tanto la grabación como el arte, y además, siempre en un afán de documentar, se ha listado los instrumentos que ejecuta cada participante, se han fotografiado los elementos y se ha diseñado la portada sobre un chal.
En las anteriores grabaciones de ojo nos encontramos con una consolidación del sonido basado solamente en la mantención de un pulso por un integrante de la sesión, con esa premisa el resto ocurre de manera espontánea, y no es necesario que todos toquen o que nadie más lo haga. Una relación más cercana al deseo –o aburrimiento– que a la urgencia creativa. Recordemos a ojO en vivo dejando al público en el escenario encargado del ruido, para que los integrantes base (Fco, Jko y Ervo) salgan de la improvización para sentarse a mirar. En este caso la immprovización a 18 manos se ejecuta de la misma manera con dirección no definida y libertad absoluta.
ojO, con 7 años en el cuerpo ha improvizado en salas de ensayo, estudios de grabación, calles y puentes, piezas, el patio, una radio comunitaria, pubs y centros culturales.
Con una dirección absolutamente análoga y una actitud abiertamente libertaria se da por lanzado el nuevo disco.
Registramos un video:
En una nueva sesión improvizada de ojO con más cuidado en documentar que en demostrar calidad, se recurre a la cinta como formato de grabación. En estas nuevas grabaciones de ojO –muy tardías considerando que la última grabación data del 2006– nos encontramos con una banda amplia de 9 integrantes, más por presencia que por sus facultades musicales, los invitados –a tomar once, como no– terminan tocando, dando ideas y liderando la improvizaciones.
La grabación fue ralizada en un deck stereo con dos micrófonos ambientales, al aire libre. Esto integró al barrio de manera involuntaria y generó el campo conceptual del disco: Jornadas de Recreación Comunal, una tarde de verano junto a la piscina al calor de Estación Central.
Dentro de este contexto se realizó tanto la grabación como el arte, y además, siempre en un afán de documentar, se ha listado los instrumentos que ejecuta cada participante, se han fotografiado los elementos y se ha diseñado la portada sobre un chal.
En las anteriores grabaciones de ojo nos encontramos con una consolidación del sonido basado solamente en la mantención de un pulso por un integrante de la sesión, con esa premisa el resto ocurre de manera espontánea, y no es necesario que todos toquen o que nadie más lo haga. Una relación más cercana al deseo –o aburrimiento– que a la urgencia creativa. Recordemos a ojO en vivo dejando al público en el escenario encargado del ruido, para que los integrantes base (Fco, Jko y Ervo) salgan de la improvización para sentarse a mirar. En este caso la immprovización a 18 manos se ejecuta de la misma manera con dirección no definida y libertad absoluta.
ojO, con 7 años en el cuerpo ha improvizado en salas de ensayo, estudios de grabación, calles y puentes, piezas, el patio, una radio comunitaria, pubs y centros culturales.
Con una dirección absolutamente análoga y una actitud abiertamente libertaria se da por lanzado el nuevo disco.
Registramos un video:
No hay comentarios:
Publicar un comentario